Massimo Bottura está obsesionado con el jazz. En las estanterías de su casa de Módena se acumulan más de 12.000 discos de vinilo, entre ellos varios de Thelonious Monk, que actuó en el Teatro Lirico de Milán en 1961 y cuya grabación en directo se incluiría 2 años después en el álbum "Thelonious Monk In Italy".
El chef de vanguardia sigue los pasos de Monk viajando en su bicicleta al Teatro Lirico, junto al célebre teatro La Scala de Milán, mientras nos cuenta cómo esta gran figura del jazz ha inspirado su estilo personal en la cocina.
"Es mi vida desde que tenía 14 años. Empecé a coleccionar jazz. Y una vez que te atrapa el jazz, ya no puedes dejarlo", reconoce Bottura.
"Monk venía de una formación muy técnica, pero rompió todos los moldes", explica Bottura. "Hizo pedazos el libro de las normas."
La pasión por Monk de Massimo Bottura también está presente en un plato de la carta de Osteria Francescana. "Tributo a Thelonious Monk" es un filete de merluza con la piel a la brasa con erizo de mar deshidratado y hierbas, sobre un lecho de cebolleta, apio y fideos de rábano en un caldo de tinta de calamar. La estética en blanco y negro del plato es un homenaje a las teclas de piano que con tanta maestría tocaba la leyenda del jazz.
"No puedes improvisar para ser un gran chef", señala Bottura, "pero si eres un gran chef puedes improvisar".
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