Situar la ética en el corazón de nuestra conducta empresarial supone un fuerte compromiso moral, y el principio de confianza es básico para el desarrollo sostenible de nuestro negocio. Esta cultura de integridad se basa, por supuesto, en el cumplimiento de las leyes y normativas, al igual que en el compromiso con los valores del Grupo. Debe estar representada por todos y cada uno de los empleados de Kering en sus actividades diarias, independientemente de su nacionalidad, ubicación, puesto o antigüedad en la empresa.
Nuestra Carta Ética elaborada en 1996 ha sido reemplazada en 2005 por nuestro Código ético, y desde entonces este define los principios fundamentales que enmarcan y guían nuestras acciones diarias. Este Código proporciona un marco de lo que se espera de cada uno de nosotros en nuestras actividades profesionales y cuando estamos en contacto con nuestros empleados, clientes, accionistas e interlocutores comerciales. Define también nuestra responsabilidad con el medioambiente, que estamos comprometidos a proteger y en el que deseamos reducir nuestro impacto, así como con la sociedad en general, en la que pretendemos desempeñar plenamente nuestro papel como un buen ciudadano corporativo, comprometido y responsable.
Esta es la cuarta edición de nuestro Código ético desde 2005, y nos ofrece la oportunidad de reiterar aquello que conforma nuestro planteamiento ético, en un momento en el que hemos alcanzado nuestra transformación como empresa especializada en el sector del Lujo.
El Código ético reafirma nuestro compromiso con el respeto a los derechos humanos, no solamente los de todos nuestros empleados, sino también los de todos aquellos que trabajan en nuestras cadenas de suministro y contribuyen a la creación de nuestro valor. Ponemos toda nuestra energía y cuidado en luchar contra el trabajo infantil, el trabajo forzoso, el tráfico de humanos y la explotación de los grupos más vulnerables, los migrantes en particular, así como en combatir todo tipo de violencia y discriminación, especialmente contra la mujer.
Esta versión actualizada también nos permite recordar todos los progresos realizados para prevenir y detectar mejor la corrupción y el tráfico de influencias, en particular desde 2015, y el establecimiento de nuestra Organización de Cumplimiento y la red internacional de Brand Compliance Officers dentro de nuestras Marcas. Supervisar el cumplimiento estricto de todas las leyes y normativas aplicables en este ámbito, definiendo los procedimientos y las políticas necesarios y respaldando a todos nuestros empleados como corresponde. Practicamos la tolerancia cero hacia la corrupción, el tráfico de influencias y cualquier forma de fraude, y es vital que todos y cada uno de nosotros seamos conscientes de ello. Para finalizar, es especialmente importante recordar aquí que el sistema ético de denuncia de irregularidades que Kering incorporó hace varios años –y que permite que cualquier persona informe de una infracción o de un posible incumplimiento del Código y sus principios– ahora está disponible tanto para los empleados de Kering como para el personal externo y temporal que trabaja para el Grupo, para todos los proveedores de servicios e interlocutores externos con los que tenemos una relación contractual.Este mecanismo es vital, pues nos permite identificar cualquier posible deficiencia en el cumplimiento de nuestros principios, además de las medidas correctivas necesarias. Proteger a quienes nos informan de dichas deficiencias, de manera desinteresada y de buena fe, es un compromiso esencial para todo el Grupo.
El Código constituye una guía destinada a proporcionar un marco para todas nuestras actividades, proteger a Kering, su éxito y su trayectoria. Confío en que se familiarice con él y lo aplique diariamente. Todo se ha determinado en el seno del Grupo para apoyarle y ayudarle a cumplir con este requisito. Cuento con usted.